lunes, 4 de marzo de 2013

Juntos, nada más

Llegó hasta mi un catorce de febrero de hace ya unos cuantos años y hace poco nuestros caminos se volvieron a cruzar. Se había quedado en ese pozo sin fondo que es el olvido, relegado a cazar polvo en la librería en la que descansaba desde que lo leí por primera vez, pero el azar quiso que, una tarde de lluvia, nos volviéramos a encontrar. Entonces con la alegría del recuerdo de los buenos momentos pasados lo rescaté, o más bien me rescató él a mi, al volverme a transmitir en cada página sus emociones y, otra vez, como entonces, fuimos amigos apalabrados en un tiempo en el que, como si su título fuera una premonición, Juntos, nada másnos hicimos compañía, en metros, en las innumerables horas viajando por el corazón de Barcelona, cada día dándome letra a letra, palabra a palabra, frase a frase y página a página las alas que necesitaba para volar con mi imaginación hacia su mundo de vidas cotidianamente reales.

Este libro de la escritora francesa Anna Gavalda es una lección de vida que describe situaciones cotidianas, que trasmiten emociones que van desde la desesperanza hasta la felicidad y que sorprende por su cercanía y por su verosimilitud con la realidad que nos rodea. Te hace pensar en lo importante de estar con las personas a las que quieres...

Si os gusta la lectura, os lo recomiendo encarecidamente.

Un pequeño resumen...
Camille Fauque tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Frágil y desorientada, malvive en una buhardilla y parece esmerarse en desaparecer: apenas come, limpia oficinas de noche, y su relación con el mundo es casi agonizante. Philibert Marquet, su vecino, vive en un apartamento enorme del que podría ser desalojado; es tartamudo, un caballero a la antigua que vende postales en un museo, y el casero de Franck Lestafier. Cocinero de un gran restaurante, Franck es mujeriego y malhablado, casi vulgar, lo cual irrita a la única persona que le ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo añorando su hogar y las visitas de su nieto.
Cuatro supervivientes, cuatro personajes magullados por la vida, cuyo encuentro va a salvarlos de un naufragio anunciado. La relación que se establece entre estos perdedores de corazón puro es de una riqueza inaudita, tendrán que aprender a conocerse para lograr el milagro de la convivencia.
Juntos, nada más es una historia viva, con un ritmo suspendido en el aire, llena de esos minúsculos dramas personales que seducen por su sencillez, su sinceridad y su inconmensurable humanidad.


Anna Gavalda deja hablar a sus personajes, posee un agudo sentido dela observación de la fragilidad del ser humano, del delicado equilibrio entre la felicidad y la desesperanza, entre los sentimientos y las palabras para contarlos. Ha dado en el blanco con una novela emocionante, divertida, que se lee de un tirón, que celebra la felicidad de estar con quien de verdad es importante.

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